Aunque me dedico a esto de las Redes Sociales, así, con mayúsculas, creo que por primera vez en mi vida acabo de ver las estadísticas de una página de Facebook que acaba de comenzar.
Eso os lo debo a vosotros, que me seguís en Trozos de Espejo y habéis contribuido a que mis seguidores lleguen a 30 en dos días, los suficientes para que se me habiliten las opciones de medición y pueda comprobar cuántos habéis visto lo que publico. Es una pasada. Es como ver un bebé que comienza a nacer. Como en toda vida, tendremos altibajos, alcances insuficientes, meses sin ningún seguidor y, por supuesto, conversaciones muy serias en las que yo, como toda madre, me preguntaré qué he hecho mal para que la página no crezca como es debido.
Pero bueno, de momento, me conformo con estos maravillosos primeros pasos y con que haya sido suficiente con llegar a los 30 seguidores para que Facebook me considere importante. En sus ayudas para empresas ponía que tendría que llegar a 1.000 personas para que me habilitase mis amadas stats. Me alegro de que no haya sido así y de que hayamos podido comenzar antes nuestra vida en común.
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