miércoles, 20 de abril de 2016

Vive

Respira,
suelta el aire hasta que te sangren los oídos.
Grita,
hasta que la garganta se raje por el sonido.
Expresa,
no te calles, no te rindas, no silencies tu voz dormida.
Cree,
hasta que tus ojos vean por sí mismos otra realidad
Vive,
siente el aire en movimiento a tu alrededor,
la existencia fluyendo cada segundo por tus venas,
los ojos cerrados y el mundo girando.
Vive,
hasta que te arranquen las entrañas,
hasta que no puedas dar ni un paso más,
y aún así, intenta seguir caminando,
con las manos, con las uñas, con el esfuerzo.
Solo con tu intensidad.

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