lunes, 6 de junio de 2016

La niña de cristal

Había una vez una niña encerrada en una cúpula de cristal donde espacio y tiempo no tenían importancia.

Cada día, el cristal de las paredes le mostraba una pequeña parte del mundo inalcanzable y ella soñaba con poder vivirlo, sentirlo y saborearlo, pero conocía perfectamente los límites de su pequeña realidad. Y así, cada pequeño segundo, cada mínimo instante que pasaba allí se convertía en la más pura de las desazones, en el dolor más profundo, en la tristeza más honda. Sin embargo, ella no sabía ponerle nombre a lo que le sucedía, por lo que cada vez que miraba en su interior, solo podía observar un agujero negro sin sentido que la consumía.


En un momento dado, la cúpula dejó de mostrarle imágenes. Ahora solo era ella de frente consigo misma. Ella enfrentada al espejo. Ella, mano a mano con su propio reflejo. Y lo que vio le horrorizó tanto que comenzó a golpearse contra las paredes sin saber que ella misma estaba hecha de cristal. Primero se resquebrajó un poco y sintió que, por sus rupturas, escapaba el maldito agujero negro que había estado cegándola.

Entonces, sonriendo, tomó carrerilla y se estampó con fuerza contra su prisión, deshaciéndose en mil pedazos, dejando que la oscuridad flotase en el aire hasta desaparecer del todo. Los fragmentos que habían formado su cuerpo, antes de volatilizarse, no pudieron evitar llorar, pensando que lo último que había quedado de sí misma en el mundo había sido su tristeza.

lunes, 9 de mayo de 2016

Me gusta

Me gustan esos momentos así,
que no tienen nada, y a la vez lo envuelven todo.
Con la mente en blanco, llena de instantes silenciosos
que crean un mundo entero.

Rodeada de esa sensación serena
pero a la vez inquieta
que grita que nada malo puede irrumpir y matarla,
porque se adapta, flexible y alocada.

Me gusta no tener miedo y, al mismo tiempo,
estar irremediablemente aterrada,
saltando por las piedras, una tras otra,
haciendo equilibrios con el tiempo,
buscando que las caídas no me tuerzan los tobillos.

Y quiero, pero no quiero, cambio, juego,
peleo, forcejeo, pero sin embargo hay algo que no cambia,
que vuelve loca mi razón y que moldea mi alma y mi mente, convirtiéndote en razón de aprecio y odio.

Me gusta, pero no te lo he regalado, no te lo he otorgado y no me da la gana,
que seas el único que tiene la capacidad de dejarme sin palabras.

Imagen: Pexels

miércoles, 27 de abril de 2016

Mi pequeño caos

Entras y desordenas,
campas a tu antojo,
y es un caos dulce del que no quiero salir.

Una noria que gira, un ordenado caos

Como una espiral que vuela entre los dedos,
me olvido de mi misma, me fundo con el aire.
Se me olvida a dónde pertenezco sin dejar de ser yo,
abrazo el huracán, vivo sin cabeza, no me fluye la sangre.

Soy un torrente de vida contenida,
paraíso de las emociones de los tontos,
locura de las princesas prometidas,
a las que el reloj les martillea la cabeza.

Y yo solo quiero volar, dejarme llevar,
olvidar y olvidar, pero a la vez recordar,
despojarme de mi cuerpo y que el alma pasee a sus anchas,
sentir el aleteo de la vida en mis venas, como olas del mar.

Quiero dejar de conocerme tanto,
y empezar a reconocerme.
Quiero dejar de ser y pasar a existir.
Quiero mi pequeño sueño en una bola de cristal que poder romper,
y salpicarlo todo, moldearlo todo, cambiarlo todo.

miércoles, 20 de abril de 2016

Vive

Respira,
suelta el aire hasta que te sangren los oídos.
Grita,
hasta que la garganta se raje por el sonido.
Expresa,
no te calles, no te rindas, no silencies tu voz dormida.
Cree,
hasta que tus ojos vean por sí mismos otra realidad
Vive,
siente el aire en movimiento a tu alrededor,
la existencia fluyendo cada segundo por tus venas,
los ojos cerrados y el mundo girando.
Vive,
hasta que te arranquen las entrañas,
hasta que no puedas dar ni un paso más,
y aún así, intenta seguir caminando,
con las manos, con las uñas, con el esfuerzo.
Solo con tu intensidad.

martes, 12 de abril de 2016

Reflejo de Sara Berasaluce, fotógrafa



Sara Berasaluce Duque (Vitoria-Gasteiz, 1992) estudió Bellas Artes en la Universidad del País Vasco de Leioa y, actualmente, estudia un Máster de Educación Artística en Instituciones Culturales y Sociales en la Universidad Complutense de Madrid. Se especializa en instalaciones sobre archivo, memoria y registro.

He elegido a Sara como la primera entrevista para recuperar esta sección del blog porque soy una gran fan de su trabajo. De hecho, no me suelo perder una sola de sus exposiciones y encuentro fascinante la sensibilidad que tiene para contar historias mediante imágenes. Yo necesito miles de palabras para reflejar algo y ella, con un solo clic, puede conservar la imaginación del espectador mediante horas Le he preguntado por su carrera, su manera de expresarse artísticamente y su última muestra, [fueron].